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viernes, mayo 11, 2007

Sin tele

zapeado por zaperu


¿Cuánto tiempo pasó hace desde tu último día sin ver la televisión?. Según las estadísticas, los españoles (lo que incluye a los nacionalistas periféricos que no admiten esta nacionalidad) pasamos más de tres horas y media frente a esa mágica cajita tonta (yo quizás más). Pero el sábado pasado fue uno de esos días sin tele, como es probable que fuese para varios de los lectores habituales de este blog, por razones que no le importan al resto de los que por aquí se pasan.

Los adictos a algún tipo de droga, la nicotina en mi caso, sabemos lo duro de pasar 24 horas sin consumir, pero los que intentamos controlar nuestras adicciones sabemos que al final no es para tanto. Y este caso de abstinencia televisiva no fue distinto. ¿Acaso alguno se acordó de la tele ese día?.

La tele se ha convertido en el inseparable compañero de casi todas las familias y la razón de muchos de sus conflictos. He leído en algún sitio que no puedo recordar (cagüen n’el hash) que un televisor en la habitación influye negativamente –vía radiación electromagnética– en el necesario y reparador sueño nocturno. La muy necesaria vida sexual de la pareja se ve afectada –vía los delirantes horarios de la tele en ¡España!– por la presencia en el recinto conyugal del televisor. Supernanny siempre recomienda que los tiempos dedicados a la comida deben de prescindir de la compañía de la tele, lo que viene a responder no a aquella pregunta del Aviador Dro sobre si la tele es nutritiva.

Uno que con toda seguridad consume poca tele últimamente es el jefe de todo esto, zama, que debe andar a estas alturas cerca de la casa rosada, que no es el puticlub (Horóscopo) que hay cerca de mi casa, sino la residencia del presidente de la República Argentina.
A los que compartieron abstinencia catódica el pasado sábado, gracias por el cohiba –muy sabroso– y por las WC talks –muy entretenidas–. Y salud para todos.

Deberes para el fin de semana: Dedicar las mañanas a ver Malcolm in the middle en Antena3 y la noche del sábado a emborracharse para digerir más fácilmente el festival de Eurovisión.