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domingo, marzo 26, 2006

Qué fuerte, qué fuerte

zapeado por zama


Ya está bien. Más de 5 meses de blog y aun no hemos hablado de los programas rosa. Pues se acabó. Estoy dispuesto a contarlo todo, esta es la exclusiva definitiva.

En el principio, fue "Corazón, corazón". Versión audiovisual del "Hola", nos sigue mostrando tras ¡13 años! todo lo rancio que puede ser el mundo del papelín: fiestas con glamour, bodas con glamour, casas con glamour... Trata con sorprendente respeto todo lo que emite porque quiere ser la referencia catódica de la información rosa. Es, sin duda, uno de los más indigestos platos televisivos que te puedas echar en cara. "Corazón de...", de emisión diaria, es igual de malo pero presentado por Anne Igartiburu.

Después llegó "¡Qué me dices!", con las orejas del Chapis y las pintas de la Washington, que trataba con humor el hasta entonces casi intocable universo del famoseo. Iban de irreverentes y políticamente incorrectos. Si levantaran la cabeza, fliparían con el panorama actual.

Después llegó "Tómbola" y nada fue igual. En mi refugio norteño sin tele autonómica no me enteraba de nada salvo por los zapping, pero no se intuía nada bueno de aquello. Famosetes de medio pelo dispuestos a ser vilipendiados por periodistas de medio pelo. Si en Valencia estaban contentos con su programa, pues que les cunda. Los demás seguíamos a lo nuestro.

Pero estaba claro que el cáncer terminaría propagándose y estamos en el auge de la metástasis. "Salsa rosa", "¿Dónde estás, corazón?", "A tu lado", tertulias en casi todos los programas, todo al servicio de la más absoluta de las nadas. Y por encima de todos ellos, "Aquí hay tomate". El programa diario de Tele 5 se basa en el anticipo para mantener al espectador anclado a su sofá anunciando que lo que viene a continación va a ser lo más.

Y efectivamente, siempre es lo más. Cada tontería supera a la anterior en una interminable espiral de desinformación. No obstante, lo peligroso de todo este submundo no es la proliferación de programas con este tipo de contenido. Lo realmente preocupante es lo que ya apuntamos con el nacimiento de Leoncia, y es que los demás órganos del cuerpo televisivo empiezan a contagiarse y el cerebro (los informativos) también está siendo afectado.

Este sábado se ha muerto una cantante. Tele5 abrió su informativo con la noticia, lo cual puede ser lógico. Lo que ya es demente es que la segunda noticia es que otra cantante NO tuviera fiebre. La no noticia como noticia del día.

Alguno debería volver a la facultad para recordar que lo destacable es cuando el hombre muerde al perro y no al revés.

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jueves, marzo 23, 2006

Comprando y vendiendo

zapeado por zaperu


¿Qué venden las empresas de televisión?. Compran un permiso gubernamental para emitir en una determinada frecuencia una señal de televisión. Cientos de empresas compran parte del tiempo de emisión. Con esos millonazos, los jefes de las cadenas de TV diseñan una programación para captar la atención de los espectadores. Un sistema estadístico, por todos aceptado, mide qué programación aceptan los espectadores. Con esos datos de audiencia, las cadenas de TV negocian con los anunciantes.

Programación. ¿Con qué nos programan?. Con una extensa variedad de cosas. Desde el cero, el más malo programa de la historia de la tele, hasta el uno, el más bueno de todos esos programas, hay un montón de números y programas. Números hay infinitos, programas bastantes menos. Lo que abundan son las versiones de la misma cosa televisiva.

La cosa televisiva que más prolifera últimamente es la corazón. Su nuevo prota es Pepe Navarro, junto a su al parecer interminable lista de amantes. Dentro de los personajes que nutren a la cosa corazón, Pepe Navarro entra dentro de los grandes folladores, como Mark Ostarcebic o la supercampeona nacional Ana Obregón. Que se ha pasado por su sexo tántrico a una buena colección de muchachotes.

En esta ¡España! nuestra, como somos unos envidiosos, nos da rabia que la gente folle y les castigamos a formar parte de este circo televisivo.

Otra cosa televisiva que se da bien en estas épocas es la serie. Dentro del subgénero de investigación han debutado últimamente The closer y Numb3rs. La primera me gusta, con esa jefa poniendo a andar a todos sus poli machotes y que no hay malo que se le resista. A mí a veces me recuerda a Colombo.

A3 pone la de los números. Entre que no me pega el Doctor de Alaska como poli de Los Angeles y que las mates en la tele las prefiero vía Punset, pues no la he visto mucho, pero podría resultar entretenida. CSI ya cansa y a lo mejor me paso a Numb3rs para completar la ración semanal de series de polis.

Y con lo que ha pasado hoy, la cosa informativo, va a proliferar estos días. Que florezca esta primavera el buen rollito no vaya a ser que acabemos todos a hostias.

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viernes, marzo 17, 2006

Herodes, vuelve

zapeado por zama


¿Quién decía que los reality shows eran basura? ¿Fuiste tú? Pues es que no ves Cuatro los viernes. Porque de un tiempo a esta parte la nueva cadena nos está enseñando que también puede hacerse un reality con gusto, que no abunde en jornadas de expulsiones, hedredoning ni en concursantes recauchutados para sus apariciones en "A tu lado".

Primero fue un concurso cuyo objetivo era encontrar a los gemelos más parecidos de España. Es cierto que fue un arranque un poco flojo, pero aun así era ligeramente reconfortante encontrarse con una especie de documental sobre el mundo de los gemelos.

Después fue "Oído cocina", programa que nos mostraba la desinteresada labor de algunos cocineros y trabajadores sociales que, a través de una ONG, daban la oportunidad a gente problemática para aprender a cocinar y a gestionar un restaurante. Parece incluso que va a tener una segunda edición. La espero con ansia.

Y ahora estamos con "Supernanny". ¿Tienes un niño cabroncete? ¿Tu hija se tira por el suelo cada vez que le mandas ordenar su mochila? ¿Tu retoño te llama "gilipollas"? Da igual la problemática. Supernanny acudirá a tu hogar y te dará pautas para reconvertir a ese Damien del infierno, con su 666 tatuado a fuego en la cabeza, en uno de los alegres querubines de "Sonrisas y lágrimas".

El programa no abunda en absoluto en las intimidades familiares ni se regodea en el fracaso como padres en el que muchos se encuentran. Se trata de un espacio didáctico y entretenido, y lo más sorprendente de todo, es que con esas dos característicias, el programa se emita en el prime time del viernes.

Los resultados de la Supernanny patria son admirables, aunque dudo que a los dos meses se mantengan. En cualquier caso, a los que sean padres y vean el programa, los consejos deben de venirles de perlas.

Como detalle curioso, una de las reglas que siempre ofrece la superniñera es la de tener la tele apagada si no se le está prestando atención y que no debe de funcionar como un acompañamiento constante en la realidad de los hogares. Un programa de tele que ordena apagar la tele. El mundo al revés.

Y para terminar e hilando con esta última sentencia: el otro día vi la luz y me di cuenta de que las televisiones, como empresas, obtienen sus beneficios vendiendo un producto. Pues bien, este producto no son, como pueda parecer, espacios publicitarios. El producto de las televisiones son los espectadores, somos nosotros mismos. Nos venden a las empresas que se anuncian. Cada vez que pienso en ello me entra un repelús y creo que voy a despertarme dentro de un Matrix televisivo donde yo soy la pila que ilumina el tubo catódico. Conclusión: me voy a comprar una pantalla de plasma.

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viernes, marzo 03, 2006

Informativos Teleflintstone

zapeado por zama


Si por informativos dinámicos se entiende que cambien cada dos semanas de cabecera, presentador, horario, minutaje y temática de las noticias, está claro: los de Tele 5 son los más dinámicos.

Es curioso que la esta cadena pretenda ganar audiencia cambiando constantemente el formato de sus informativos, cuando estos son unos espacios que hacen fieles precisamente por la fuerza de la costumbre. Si yo sigo viéndolos es por este punto, por la fidelidad a algo medianamente conocido, pero ya empiezo a perder los nervios. Lucas, Barceló, Valentín, Piqueras y toda el cortejo de secundarios son demasiados actores que me despistan de lo que tiene que ser la base de un noticiario: un referente personal claro.

Si a eso le sumamos el cambio de horario, el atropellamiento de contarlo todo en 25 minutos, las incorporaciones de microespacios innovadores (ahora una encuesta, ahora noticias de internet, ahora conectamos con Los Andes...) el resultado obtenido es unos espectadores en permanente proceso de despiste.

En algún momento me he planteado hacer el esfuerzo por habituarme a otro informativo, pero salvo los primeros días de novedad de Iñaki Gabilondo, el botón que pulso a eso de las 9 de la noche sigue siendo el 5. Aun así han de tener cuidado. Como me den otro mareo, no prometo nada.

Sobre el último cambio, la incorporación de Pedro Piqueras, me parece que lo hace bien, se nota que es un tío con empaque. Pero no puedo dejar de pensar en los redactores y en la sensación de despertarse cada día con un jefe distinto.

En fin, nos podemos tomar los cambios como un juego. Por ejemplo, encontrar relaciones con las iniciales de los distintos presentadores que nos vayan poniendo: Pedro Piqueras, Pedro Picapiedra, Peter Parker, Pink Panther. ¿Se les ocurre algún PP más en el mundo del espectáculo? Dense prisa, puede que le queden dos telediarios.

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