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lunes, agosto 28, 2006

Nada ha cambiado

zapeado por zama


Este es un blog verde y naranja, de eso no hay duda. Y trata de televisión, es obvio. Entonces, ¿por qué hasta ahora no había hablado de laSexta? ¿Pretende tvzap ser un blog de crítica televisiva sin hablar de la nueva cadena? ¡Qué se habrá creido!

Con el fin de evitar el aluvión de críticas vertidas por los numerosos lectores, voy a desfacer el entuerto. Está usted ante el primer post íntegramente dedicado a laSexta, esa cadena que yo sintonizo en el 6, que la mayor parte de la gente la ubica en el 7 y que tiene alrededor de un 1,5% del share de audiencia. ¿Discriminación a las minorías desde tvzap? Nunca tras este artículo.

laSexta arrastra dos problemas: la falta de costumbre y la dificultad de sintonización. Si Cuatro ya tenía el tema rizoso por eso de ubicar su señal en la misma frecuencia que Canal+ (lo que hace que mucha gente ni pase por ella) laSexta exige una resintonización ni más ni menos que vinculada a una antenización. Además, no emite en analógico en todo el territorio. Vamos, un cacao. Mi TDT ha cubierto todo eso, pero por ejemplo, no he podido ver el mundial de baloncesto desde mi retiro vacacional. ¿Se pueden hacer buenos cestos con estos mibres tan precarios? Mi sentencia es que no.

En cualquier caso, supongamos el problema resuelto. Ya vemos todos laSexta. ¿Qué es lo que ponen?

- Los irrepetibles de Amstel. Emilio Aragón, precursor del product placement en España, ha llevado el tema hasta el extremo ubicando un anuncio en el título. Sobre el contenido, se trata de un batiburrillo de humoristas en plan "El club de la comedia" pero dándose la réplica uno a otro en pruebas de improvisación. Se rien más entre ellos que lo que lo hacemos los espectadores.

- El show de CandiDos. Un reality en el que hacen creer a dos concursantes que están partipando en un reality que en realidad no existe. Es decir, se trata de mantener engañadas durante 3 meses a 2 personas, haciéndoles creer que viven en una especie de "Gran Hermano" cuando en realidad viven en una especie de "Gran Hermano" de mentira. La pescadilla que se muerde la cola, el huevo y la gallina, todo condensado en repetitivos resúmenes. Merece la pena verlo una vez.

- Diario de un analista catódico. El peor programa de videos caseros que hasta ahora se ha emitido en España. Los videos siguen siendo los mismos que echan siempre, entonces, ¿qué lo hace tan malo? Los textos que hilbanan los videos. Mi culo hace mejores guiones.

- Traffic TV. Otro zapping más que añadir al saco. Y van... Está claro que a los de laSexta la parrilla les sale barata barata.

- No sabe no contesta. Concurso de preguntas y respuestas donde no hace falta ser experto en ningún tema. Tipo "50x15" pero donde las respuestas son siempre números y sin el pesado de Sobera. La pregunta definitva que deberían hacer al final de programa: ¿Cómo puede desperdiciarse el talento de Miki Nadal en un programa como éste? a) Por 500 euros al día. b) Por 1000 euros al día. c) No sabe no contesta.

- Habitación 623. Un formato original: se mete al invitado en una habitación de hotel y por ella van pasando diferentes personas muy relacionadas con él: su hijo, su mujer, un colega, etc, y le van haciendo preguntas. El género de entrevistas externalizado. Lo entretenido del programa está vinculado al caracter del invitado. Arguiñano lo hace ameno. Imanol Arias, empalagoso. Jordi Pujol, aburrido.

- Pocholo Ibiza 06. Resulta que han tenido los huevos de seguir la vida de Pocholo en su casa de Ibiza y lo emiten en formato documental. Cuando habla la voz en off está bien porque se le entiende.

- El mundial de futbol y baloncesto. No aguanto al comentariiiistaaaa, Saliiiinaaaaas.

En fin, tienen mucho que mejorar y deberían gastarse algo de dinero en producción propia en vez de comprar tantos derechos y tantas series extranjeras. Por ahora, su slogan "todo va a cambiar" es un timo. Todo sigue siendo igual. Es un hecho para el 98,5% de la audiencia.

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sábado, agosto 19, 2006

Uno contra todos

zapeado por zama


En los realities clásicos, aquellos de encierro entre cuatro paredes (GH, El Bus, La Granja, Supervivientes, La casa de tu vida, etc), y sobre todo en los albores del género, se especulaba repetidamente sobre la presencia de topos de la organización, los cuales, mediante artimañanas convenientemente guionizadas, trataban de dar vida al espacio, ocasionar conflictos y echar leña al fuego.

En el primer GH era Ania sobre la que recaían todas las sospechas. El hecho de que tuviera cierto pasado en el mundillo y que pareciera más resuelta ante las cámaras que el resto de los conejillos de indias de Guadalix, hacía pensar que se trataba del tan ansiado no-concursante. Pero, si es que han existido, los topos nunca han salido del subsuelo.

Pues bien, cuatro le ha dado la vuelta al calcetín y ha programado un reality en el que la premisa es que existe un topo, "El traidor". Mezcla de consurso clásico y reality, presenta un grupo de consursantes en el que existe un sujeto infiltrado. Adivinar de quien se trata es el objetivo final del concurso, tanto para los participantes como para los espectadores.

A través de diferentes pruebas de habilidad, resistencia física y trabajo en equipo, el grupo en conjunto trata de inflar el bote que el ganador final se llevará. Mientras, el enmascarado traidor boicotea sivilinamente, y en la medida de lo posible, la resolución de cada una con el objetivo de penalizar el premio. El hecho de que las pruebas sean complejas y de diferentes tipologías hace que en cada una destaquen para bien o mal diferentes concursantes, con lo que las sospechas sobre la identidad del traidor se multiplican.

Un concursante es eliminado semana a semana, pero no a través de SMS ni llamadas a 906. Los participantes son sometidos a un test en el que se determina su conocimiento sobre el miembro traidor. El que más desorientado esté, se va para casa.

El programa gana con cada emisión. El hecho de la reducción del número de concursantes (sólo quedan 5), de la originalidad y de lo entretenido de las pruebas hace que sea un espacio adictivo. Aspectos destacables: aquí no hay entrevistas sumarísimas al estiló Milá con el concursante expulsado. Se le mete en un coche y adiós muy buenas.

Nuevamente Cuatro, de puntillas, a puesto en parrilla un espacio que evoluciona y que no copia. Menos mal que el formato ha caido en manos de esta cadena. Si lo llega a emitir Tele5 ya me imagino a Jesús Vázquez presentándolo y a la Marlene Morreau enseñando las tetas.

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